Donar bienes o dinero es una práctica habitual entre empresas, ONG y particulares. En el ámbito familiar, puede suponer una alternativa a la herencia. En el ámbito de la solidaridad, infinidad de anuncios invitan a hacerlo y uno de los reclamos es el importante beneficio fiscal que tiene para el donante, además de la ayuda que supone para quienes lo necesitan y la colaboración con una causa humanitaria. Pero conviene saber si es así en todos los casos, cómo funciona el sistema o qué se debe hacer para desgravar.