Son diferentes los estudios científicos que confirman que existe una relación entre la luz y nuestro estado de ánimo.
Se sabe que el descenso de horas de luz aumenta las sensaciones de relajación como el sosiego y la calma pero, a su vez, también hace que aumente la melancolía y la tristeza. También existen evidencias de que el aumento de claridad contribuye a la activación tanto en su sentido positivo generando estados de alegría como en el positivo dando lugar a estados de ansiedad.
Es curioso, sin embargo, la evidencia clínica apoya la relación entre la luz y la depresión. Muchos de los pacientes que sufren de depresión suelen generar fotofobia con lo que suelen encerrarse en cuartos oscuros, cerrar las persianas o llevar gafas de sol.
Por otro lado, también existen múltiples estudios que estudian cómo nos afectan los cambios de estación en nuestra vida psíquica. Un ejemplo de estos estudios es el trabajo realizado por Michael Terman, uno de los pioneros de la conocida como cronoterapia.
La cronoterapia se centra en la clara relación de la acción de la luz y sus campos electromagnéticos sobre los diversos procesos fisiológicos humanos basándose en las diferentes frecuencias que producen los colores y cómo estos influyen sobre las diferentes moléculas que están presentes en todas las células del organismo.
Este realizó un estudio hace años en el que se mostraban las variaciones lumínicas y de temperatura que son decisivas incluso en el medio urbano. El estudio se llevó a cabo en ciudades como Nueva York donde se comprobaba como la mitad de las personas analizadas perdía parte de sus energías en otoño e invierno. En estas etapas eran muchas las personas que perdían cierto interés en sus actividades sociales que aumentaban en verano.
Este fenómeno se conoce como trastorno afectivo estacional (TAE) y es un síndrome que suele presentarse a finales de otoño y principios de invierno y que suele durar hasta la primavera caracterizado por un estado de depresión y letargo.
El TAE es más común en las latitudes altas de los hemisferios, parece tener relación con la necesidad de hidratos de carbono en el organismo.
En cuanto llega la primavera quienes padecen este trastorno vuelven a recuperar sus energías y creatividad. La correlación con los ritmos de luz es clara porque en el hemisferio sur los meses más depresivos son los de junio y julio, aunque las personas estén de vacaciones.
En otro estudio realizado en Australia por los investigadores del Baker Research Institute se confirmó el efecto de la luz solar sobre la producción de serotonina. En este estudio se confirma cómo los cambios climatológicos tienen un claro efecto en los estados de ánimo.
Los datos de su estudio indicaron que la renovación de serotonina en el cerebro era menor en invierno, y la producción de este neurotransmisor estaba directamente relacionada con la duración del tiempo de luz solar.
Arquitectura y Psicología: como sacar partido de la Luz para mejorar el Estado de Ánimo
Cada vez son más los arquitectos que tienen en cuenta estos datos a la hora de crear nuevos espacios.
Ya sean viviendas particulares como oficinas el tema de la luz es una de sus prioridades. Conseguir sacar todo el partido a la luz natural es una de las claves de muchos profesionales en arquitectura al diseñar sus espacios.
Empresas como Aluminios Franco ofrece, por ejemplo, muchas soluciones para facilitar la creación de estructuras de aluminio, como techos de cristal para favorecer la creación de espacios muy luminosos.
Por otro lado, al ser una empresa con gran responsabilidad medioambiental también cuida la importancia del ahorro energético al aprovechar la luz natural.
Se reduce así el gasto energético, se aprovecha y regula la luz solar, se crean espacios ventilados y el diseño moderno de una fachada de estas características.
Estas son solo algunas de las ventajas de emplear un sistema de protección solar que añade a la envolvente de del edificio y que consiguen implementar con su perfil “LAMA DE AVION 210 mm”
Por otro lado, e aislamiento acústico mejoraba considerablemente de una sala a otra, siendo el aislamiento acústico otro aspecto que mejora el estado de ánimo y limita estados de estrés.