Muchos no saben que la contaminación acústica existe… y es una de las más molestas que existen. Y es que a nadie le gusta estar en casa y sufrir, día sí y día también, una cantidad malsana e intensa de ruido. Sobre todo, cuando no te deja pensar ni trabajar. ¡Ni siquiera descansar! Y es que el ruido ininterrumpido puede llegar a ser tan molesto y perturbador que puede trastocar, sin siquiera darte cuenta, toda nuestra vida hasta límites que no son humanos.
Por ello, hoy vamos a hablarte de la contaminación acústica… y de cómo puedes luchar contra ella.
¿Qué es la contaminación acústica, exactamente?
Todos sabemos qué es la contaminación medioambiental, pero… ¿qué es exactamente la contaminación acústica? ¿La habías oído alguna vez? Es más común de lo que piensas.
Déjame explicártelo: este tipo de contaminación NO va a caracterizarse por basura o residuos físicos en el ambiente… Esta contaminación hace referencia al ruido constante y desagradable en el ambiente. Pero no a cualquier ruido. No hablamos del piar de pájaros o del sonido del mar. Hablamos de ese ruido incesante, permanente y molesto que te molesta, que te impide pensar, que te impide incluso descansar con normalidad.
Y, a pesar de que, dicho de esta manera, pueda parecer algo insignificante, la realidad es que casi el 20% de la población europea está expuesta a la contaminación acústica. Eso se traduce como 100 millones de personas, ¡lo que no es poco!
Las personas están cansadas del ruido y de este tipo de contaminación, y buena prueba de ello es que cada vez son más los que decidimos irnos a la tranquilidad y al silencio del campo para desconectar unos días y para poder pensar en nuestras cosas. Al final, sí que es cierto que la mayor parte de la contaminación acústica está condensada en la ciudad, que es donde más habitantes hay y donde mayor maquinaria se usa.
Pero esto solo significa que tenemos que hacer algo para que esto mejore. La contaminación acústica es más difícil de definir como tal porque no es táctil. Al no poder verse, como la basura acumulada en la sociedad, por sí mismo uno no es capaz de medir hasta qué punto el ruido constante de las obras de enfrente o de la música heavy de mi vecino está contaminando mi ambiente natural de convivencia tranquila y sosegada.
Yo al principio tampoco lo era… hasta que fui unos meses a Madrid por trabajo, y descubrí lo que es estar rodeada de un ruido que no me dejaba descansar.
Mi vecina de arriba era un encanto y, cada día a las cuatro, cinco o seis de la mañana, empezaba a mover muebles. Luego se ponía a dar patadas en el suelo. ¿Crees que la contaminación acústica ese ese ruido imperturbable que siempre está ahí? La contaminación acústica ese ese ruido o sonido repetitivo, molesto y si, inamovible, en ocasiones, que, por una razón u otra, te molesta, altera tus biorritmos y puede, incluso, llegar a hacerte enfermar.
¿Qué nivel de ruido está permitido… y cuándo se considera que hay contaminación acústica? Hablemos en términos legales
Para mí, hay contaminación acústica cuando se molesta el día a día de una persona, sin importar la intensidad de ruido que haya. Pero legalmente existen una serie de condiciones para que sea considerado como tal.
Vamos a verlas:
- Para descansar bien, es necesario que el ruido de nuestro alrededor no supere los 30 decibelios en dormitorios durante la noche.
- También se considera contaminación acústica todo aquello que supere los 35 decibelios en clases, porque dificulta las buenas condiciones de aprendizaje.
- En el resto de lugares, superar los 40 decibelios ya se considera contaminación acústica y su superación puede incurrir en efectos negativos para la salud.
Pero todo esto es muy relativo.
¿Cómo medimos que la contaminación sea estable cuando una persona autista entra en un centro comercial? Los sentidos de una persona autista (cito textualmente de la RAE: “Trastorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su propio mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior”) no funcionan como los tuyos o los míos y, lo que para nosotros es un nivel bajo, a ella puede resultarle molesto e, incluso, llegar a producirle una crisis muy gorda.
Lo que para mí es un sonido normal a otra persona puede parecerle un ruido extremo (no tiene por qué ser necesariamente autista, puedes sustituir autismo por persona con depresión, por ejemplo). Cada persona es un mundo y es muy diferente y, aunque soy consciente de que no podemos cortar el pan a gusto de todos, sí que podemos hacer pequeñas cosas como esta que ayuden a esas personas a no sufrir crisis nerviosas.
¿Que el ruido puede hacerme enfermar…?
Pues sí, y más de lo que te imaginas. Es muy difícil imaginarse que un ruido molesto y continuo pueda hacer que enfermemos, pero es posible. Te aseguro que es posible.
Cuando yo vine de Madrid y me alejé de esa mujer, todo en mí mejoró. No me había dado cuenta de cómo el ruido había influenciado en mi cuerpo hasta que me alejé de ella. Y el problema es que a la mayoría de nosotros nos pasa eso: no sabemos hasta qué punto el ruido nos hace enfermar hasta que nos alejamos varios días de él.
De hecho, muchos de nosotros, acostumbrados a vivir en la ciudad y sin posibilidades de irnos lejos del constante ruido por culpa de nuestras responsabilidades (sobre todo laborales), no somos conscientes de cómo afecta el ruido a nuestro cuerpo en toda nuestra vida. Por ello, hoy vamos a darte varios consejos para combatir contra ella día a día… y, además, te vamos a dar una enumeración resumida de las enfermedades más comunes asociadas a la contaminación acústica.
¿Cómo evitar la contaminación acústica?
Una de las formas más rápidas y efectivas de luchar contra el ruido es aislar tu casa acústicamente para ello. Desde Reforma La Casa nos comentan que, aunque esto no es algo nuevo, porque se viene haciendo desde hace mucho tiempo, sí que es cierto que estos últimos años los clientes están pidiendo más insonorización que nunca. Esto quiere decir que las personas están empezando a actuar contra el ruido… lo cual es muy bueno.
Yo misma he sido testigo de lo que un buen aislamiento sonoro puede hacer. Después del mazazo de vivir en Madrid con la vecina de arriba, me fui a vivir con mi mejor amiga a Santiago de Compostela, a una casa que estaba cerca de la carretera y del hospital (lo que significa mucho ruido de coches y de sirenas)… y jamás en mi vida he escuchado tanto silencio en un piso. ¡Es alucinante lo que el aislamiento acústico puede hacer! Dormí como no había dormido en mucho, mucho tiempo.
Esta es la protección más efectiva que puedes usar, pero puedes apoyarte en otras que, si bien no lo elimina, te ayuda a descansar y a desconectar:
-Los tapones en los oídos por la noche te ayudarán a reducir el ruido a tu alrededor y te ayudará a descansar un poco mejor.
-Irte a trabajar lejos del ruido (a un parque, a una biblioteca…). Si bien es cierto que esto no elimina, ni por asomo, el ruido, te va a permitir concentrarte y descansar buena parte del día. Y necesitas descansar.
Enfermedades asociadas a la contaminación acústica
-Perturbación de las horas de sueño. Esto es lo que más noté yo en Madrid. Que la vecina de arriba me despertase constantemente noche tras noche con ese molesto ruido hizo mella en mí, y trastocó mis horarios normales de sueño. Por su culpa y desde entonces, me ha costado mucho dormir a una hora decente. Pero lo he entrenado gracias a mi amiga de Santiago y, ahora, mis biorritmos se han acostumbrado de nuevo a un horario normal.
–Discapacidad auditiva. Estar constantemente escuchando un ruido muy molesto puede trastornar tu sistema auditivo y provocarte dolencias como el tinnitus. El tinnitus es cuando escuchas ese molesto pitido en alguno de lo dos oídos que no sabes de dónde viene, pero que no está en ninguna parte… solo en tus oídos. Y puede producirse, precisamente, a la exposición continuada a ruidos molestos y muy desagradables.
-Una intensa ansiedad y estrés, que es otro de los síntomas que sufrimos mi pareja y yo. Estar expuestos a una cantidad de ruido insoportable y no descansar bien desestabiliza tu nivel de estrés. Todo te molesta, porque no estás descansado. Pero esto es solo la punta del iceberg, porque estar sometido a este nivel de contaminación puede desatar en ti problemas reales de ansiedad (dolor en el pecho, dificultad para respirar y para pensar…). La ansiedad es peligrosa, y muy difícil de eliminar.
-Va a disminuir tu rendimiento laboral o escolar. Porque no puedes concentrarte y, en consecuencia, no puedes estudiar o terminar en ese informe que tienes que entregar dentro de dos días. Esto también puede derivar en ansiedad a corto y a largo plazo.
-Cambios alimenticios. Cuando una persona está tensa y sufre de ansiedad cambia su alimentación: o come demasiado o no come nada. Y esto es realmente peligroso para una persona. Por lo tanto, es algo que debemos evitar a toda costa.
Es hora de librarse del ruido
Ahora, te toca elegir a ti. Ya sabes todo sobre la contaminación acústica, sus consecuencias y cómo combatirlas. ¿Qué vas a hacer ahora?