Una denuncia en materia de Consumo es un escrito en el que una persona pone en conocimiento de la Administración Pública la posible comisión de una infracción administrativa en materia de consumo. Seguro que en más de una ocasión lo has pensado, pero finalmente no has hecho nada. Pues hay que hacerlo, porque denunciar los fraudes y las infracciones en materia de consumo ayuda a evitar prácticas abusivas y a defender nuestros intereses generales como consumidores. El no sentirnos estafados, como ocurre con muchos casos. El último, una agencia de viajes en Palencia.
Si decides poner una denuncia hay que incluir los siguientes datos:
- Datos personales y los de la empresa denunciada.
- Hechos ocurridos y la fecha, de la manera más detallada posible.
- Copias de la documentación que considere oportuna y que pueda ayudar a aclarar los hechos.
- Fecha y firma del escrito
Ahora mismo para presentar la denuncia no es imprescindible hacerlo en presencia, aunque puede hacerse. La mejora de la administración electrónica, esa de la que tanto hablan los políticos, permite hacerlo de forma telemática en la mayoría de comunidades.
Total transparencia
Las empresas tienen que informar de todos sus movimientos, de todo lo que van a hacer. Un claro ejemplo lo tenemos en la empresa Dismobel, una tienda de muebles donde informan de todo lo que puede ocurrir con tu pedido, la forma de pago, el pago fraccionado y el envío y montaje de tu pedido. Son empresas que no tienen ningún problema en actuar con trasparencia. Afortunadamente en España cada vez hay más, porque son muy constantes las denuncias de los consumidores, que ahora, con tanta nueva tecnología, no está dispuesta a que les engañen.
También es cierto que en las grandes asociaciones de consumidores te recomiendan que al reclamar por un problema de consumo, lo mejor es intentar primero un acuerdo amistoso con la empresa a través de su servicio de Atención al Cliente, o directamente con el responsable del establecimiento. Pero en algunas ocasiones ya sabemos que es imposible.
Todo por escrito
Si puedes, deja constancia escrita de su queja, y si notas que va a ser complicado, envía la documentación que respalde su reclamación a través de un burofax (puede costarle unos 25 euros). Si tras reclamar no recibe respuesta en un plazo razonable, entonces tendrás que acudir a la mediación o el arbitraje de consumo, a través de la OMIC que corresponda.
Si el primer intento de acuerdo fracasa, acude a la OMIC o a los servicios de consumo de su comunidad autónoma para poner en marcha una mediación. Si la reclamación no prospera, inicia un Arbitraje de Consumo. Es un instrumento habilitado por la Administración Pública para reclamar en materia de consumo y resolver conflictos.
En cualquier caso siempre podrás interponer una reclamación por vía administrativa (la hoja de reclamaciones) con ella no obtendrás ninguna indemnización, pero la empresa será expedientada que muchas veces, compensa, porque sientes que, al menos, no se han reído de ti. ¿Verdad?