Cuando tras las primeras evaluaciones del año en curso vino mi hijo Samuel, estudiante de 2º de la ESO a casa cabizbajo con sus notas, ¡casi me dio un infarto! ¡Tenía 6 de las 11 asignaturas impartidas suspensas! ¡No me lo podía creer! Hasta entonces, mi hijo no es que hubiera sido una lumbrera, pero tampoco había sido un pésimo alumno puesto que había ido aprobando año tras año. Con lo cual, ello lo achaqué al hecho de que podía ser que se sintiera un poco perdido tras habernos mudado de un pueblo sevillano a la ciudad así como de casa. Puede que el cambio de colegio y el hecho de haberse alejado de sus amigos de toda la vida lo hubiera trastornado un poco y que se hubiera visto desbordado y sentido por todo ello demasiado triste como para centrarse en los estudios. ¡Yo estaba en estado de shock! Como lo de poner velas a Santa Rita, patrona de los imposibles, o a la Virgen de los Reyes no es lo mío, me informé acerca de una buena academia que hubiera por la zona para apuntarlo e intentar que recuperara todo lo perdido. Así fue como escuché hablar por primera vez de la Academia de estudios PUPILOS, un centro de Sevilla que nació de la necesidad de dar apoyo continuo a los alumnos y estudiantes de todos los niveles, y para poder ofrecer programas formativos de calidad que complementaran su formación académica. Cuando les llamé por teléfono para coger cita y que luego de ello fuimos hasta el centro en cuestión, debo reconocer que quedé impresionada por el edificio emblemático denominado Torre de los Remedios en el que se ubicaba. Ello me pareció ser una buena señal. No sé por qué, quizá por el propio nombre del edificio en el que se encontraba. Jajaja…
Cuando aprender se transforma en placer…
Acto seguido, después de haber entrado en él, las estupendas y modernas instalaciones totalmente adaptadas para el estudio y la impartición de clases formativas me dejaron a la vez boca abierta. Decidí, pues, tras haberme informado sobre los precios, metodología, etc., matricular a mi hijo un tiempo para ver cómo las cosas iban a ir evolucionando. Me gustó el hecho de que el lema para la academia fuera que todo era posible cuando aprender se transformaba en placer. ¡Y así fue! Al cabo de un tiempo, a mi hijo yo lo notaba y lo veía más tranquilo y seguro, y os puedo asegurar que los profesores experimentados de la academia consiguieron con mi pequeño auténticos milagros. Se notaba que el objetivo que buscaba el equipo docente era el de conseguir a toda costa que mi hijo recuperara todas las asignaturas suspendidas de manera entretenida pero eficaz y ello, obviamente, portó sus frutos ya que Samuel lo consiguió. ¡Pasó las pruebas y exámenes del curso con éxito! Todo ello, mi hijo y yo se lo debemos a esta academia de estudios de Sevilla en la que los alumnos reciben una ayuda totalmente personalizada, trabajando las asignaturas necesarias y adecuando el rendimiento de cada alumno al ser tutorizados todos ellos por un profesor en cada materia que imparte su clase ante un grupo no superior a 8 alumnos durante la cual los alumnos pueden resolver cualquier duda. Para los niños tímidos como mi hijo, trabajar en grupos reducidos es una fantástica opción. En fin… Todo ello para deciros que estoy súper contenta de haber confiado en la Academia de estudios PUPILOS para ayudar a mi hijo a recuperar las 6 asignaturas que había suspendido. Les estoy muy agradecida por ello y él también. De hecho, Samuel sigue yendo al centro para tomar clases de inglés ya que la lengua de Shakespeare no es un idioma que le apasione… Os lo repito pues: si vuestros hijos se enfrentan a problemas escolares de cualquier tipo o vosotros mismos, tenéis que saber que la academia prepara todas las asignaturas de todos los niveles académicos: pasando de Primaria, ESO, Bachillerato, Selectividad hasta los Ciclos Formativos de Grado Superior y demás. ¿A qué esperáis? ¡Coged rapidito el toro por los cuernos y actuad tal y como lo hice yo antes de que sea demasiado tarde!