Nunca me había planteado la idea de tener un Coach, de hecho, apenas sabía de la existencia de esta profesión hasta hace poco, y lo cierto es que tenía ciertos prejuicios al respecto.
Me parecía una de esas profesiones nuevas en las que uno se deja mucho dinero para nada, y es que nunca había necesitado a nadie para resolver ningún problema, ni tomar ninguna decisión, por suerte estaba muy equivocada en este sentido.
Todo empezó a raíz de una muy mala época en la que empecé a tener problemas con todo el mundo, primero con mi jefe, luego con mis compañeros de trabajo y también con mis familiares y amigos.
Los problemas empezaron a hacer mella también en mi relación de pareja, estaba claro que el problema tenía que estar en mí, pero era incapaz de detectar cuál era la causa de mi malestar.
Sabía que algo en mí no andaba bien cuando en todo encontraba una razón para discutir. Mi novio tenía un gran sentido de la responsabilidad medioambiental, además tenía una pequeña tienda de productos ecológicos, así que entendía que para su tienda tenía que guardar cierta coherencia, pero no entendía por qué también en casa teníamos que hacerlo todo a su manera.
Una de las discusiones que nos llevó a un momento crítico en nuestra relación fue una verdadera tontería. Discutimos sobre por qué teníamos que comprar bolsas de plástico biodegradables.
Él siempre iba a comprarlas a plasticosalhambra, un referente en Granada en materia de bolsas biodegradables. Es cierto que para su negocio en el sector ecológico mantener esta identidad y coherencia era importante pero ya en casa, la verdad es que no veía por qué.
Él se negaba rotundamente a usar plástico, evitaba el uso de envases de plástico siempre que podía y de necesitar bolsas para su negocio tenían que ser biodegradables sí o sí.
Llegados a este punto, peligrando mi relación y mi salud mental, me di cuenta de que había tocado fondo. Así que decidí acudir a un coach.
La verdad es que no puedo estar más agradecida a los servicios de mi coach, me ayudó a detectar las claves de mi problema y mejorar todos los aspectos de mi vida de un modo sorprendente.
Ventajas de acudir a los servicios de un Coach
Finalmente, aconsejada por mi mejor amiga decidí acudir a un coach para ver si podía ayudarme.
Nunca imaginé lo mucho que podía ayudarme un coach a solucionar la difícil situación en la que me encontraba, pero así fue.
Junto con él analizamos el momento presente para fijar mis objetivos y crear un plan de acción que me ayudara a conseguir mis metas de manera específica, medible y alcanzable.
Al establecer mis objetivos con alguien ajeno me empecé a dar cuenta de que estaba muy insatisfecha tanto con mi trabajo como con mi vida y que estaba llamando a gritos a hacer un cambio. El coach me ayudó a organizar mis ideas y elaborar un plan de acción efectivo.
También fue fundamental para ayudarme a despertar mi creatividad, empecé a ver soluciones donde antes solo veía problemas.
Todo gracias a aumentar mi motivación y ganas de aprender, y es que, al conectar con mi lado más emocional, pude desbloquear mi mente con lo que empecé a realizar cambios que realmente daban resultados muy positivos a mi vida.
El coach me orientó para ser más flexible y adaptable al cambio, para entender a las otras personas sin proyectar en ellas mis frustraciones.
El resultado se hizo ver muy rápido, sobre todo en la forma en que mejoraron todas mis relaciones personales, sabía cómo resolver conflictos que antes me paralizaban, ya que contaba con las habilidades comunicativas e interpersonales necesarias, además de estar mucho más conectada con mis emociones, entenderlas y prever cómo actuar cuando una emoción negativa me abrumaba.
Gracias a todas estas mejoras a la hora de llevar mi vida empecé a sentirme mejor, el empoderamiento y la mejora de mi autoestima fueron claves en mi mejora.
Empecé a centrarme en reducir más el estrés y aprendí a gestionar mejor mi tiempo, empecé a sentirme mucho más motivada y a realizar cambios efectivos para cambiar mi realidad profesional.
Sobretodo centré mi trabajo en el bienestar y me planteé dedicarme a hacer aquello que me hiciera sentirme bien y que conectara con mis deseos y emociones.