Cuando eres propietario de una vivienda, es natural que en algún momento te plantees hacer reformas. Muchas veces es para darle un lavadito de cara a una casa en la que ya estás acostumbrado a vivir. Otras, pueden ser para arreglar cosas que están dejando de funcionar.
Creasur – Reformas Integrales, reformas integrales y mantenimiento en la provincia de Granada, nos hace saber que existen ciertas reformas y aislamientos que han de hacerse de forma obligatoria, y no todos tienen conocimiento de ello.
Por ello, hoy lo explicamos para ti.
¿Cuándo son obligatorias las reformas de aislamiento?
Es importante aclarar que no todas las reformas de aislamiento son obligatorias, pero hay ciertos escenarios en los que sí te verás en la obligación de realizar estos trabajos. A continuación, te detallamos los casos más comunes en los que las reformas de aislamiento pueden convertirse en un deber.
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Obras de eficiencia energética y normativas legales
Uno de los principales motivos por los que una reforma de aislamiento térmico puede ser obligatoria es el cumplimiento de las normativas de eficiencia energética.
En muchos países, se han implementado regulaciones que buscan reducir el consumo de energía en los edificios, con el fin de disminuir las emisiones de gases contaminantes y mejorar la sostenibilidad del parque inmobiliario.
En el caso de España, por ejemplo, el Código Técnico de la Edificación (CTE) establece que las edificaciones deben cumplir con ciertos estándares de eficiencia energética, que incluyen la necesidad de aislar térmicamente los inmuebles. Además, el Real Decreto 235/2013 establece la obligatoriedad de contar con un Certificado de Eficiencia Energética para vender o alquilar una vivienda. Si tu inmueble no cumple con los mínimos exigidos, podrías verte en la obligación de acometer obras para mejorar el aislamiento térmico.
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Rehabilitación de fachadas en edificios comunitarios
Otro escenario en el que las reformas de aislamiento son obligatorias es cuando en una comunidad de propietarios se decide llevar a cabo una rehabilitación de fachadas.
Estas obras suelen ser necesarias cuando las fachadas presentan problemas estructurales o de conservación, como grietas, filtraciones o pérdida de material. En estos casos, además de mejorar el estado general de la fachada, se suele aprovechar para mejorar el aislamiento térmico del edificio.
Si la comunidad aprueba estas obras, como propietario estarás obligado a asumir tu parte proporcional del coste de las mismas. Además, en algunos casos, el ayuntamiento o la comunidad autónoma pueden imponer la realización de estas obras si consideran que el estado del edificio pone en riesgo la seguridad o la salubridad de sus habitantes.
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Subvenciones y ayudas públicas
En ocasiones, las reformas de aislamiento no son obligatorias per se, pero pueden convertirse en una opción muy atractiva cuando se ofrecen subvenciones o ayudas públicas.
Los gobiernos, tanto a nivel estatal como autonómico o local, suelen lanzar programas de rehabilitación energética con el objetivo de mejorar la eficiencia de los edificios. Estos programas suelen estar financiados en parte con fondos europeos o nacionales y pueden cubrir un porcentaje importante del coste de las obras.
Aunque estas ayudas no te obligan a realizar la reforma, perder la oportunidad de beneficiarte de ellas puede suponer un perjuicio económico a largo plazo. Además, en algunos casos, las ayudas pueden estar condicionadas a la obligatoriedad de cumplir con ciertos estándares de aislamiento, lo que puede derivar en la necesidad de acometer las obras para poder recibir la subvención.
Derechos como propietario al acometer obras de aislamiento
Como propietario, tienes ciertos derechos cuando decides (o te ves obligado a) acometer reformas de aislamiento en tu vivienda. Es fundamental que conozcas estos derechos para poder defenderte adecuadamente si surge algún conflicto o malentendido.
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Derecho a participar en la toma de decisiones
Si vives en una comunidad de propietarios, tienes derecho a participar en las decisiones sobre reformas de aislamiento que afecten a las zonas comunes del edificio.
En este sentido, la Ley de Propiedad Horizontal establece que para acometer obras que afectan al conjunto del inmueble, como la rehabilitación de fachadas o la mejora del aislamiento en cubiertas, es necesario que la comunidad apruebe la medida en una junta de propietarios.
Dependiendo del tipo de obra, puede ser necesario que la aprobación se realice por mayoría simple o por una mayoría cualificada de dos tercios. Si las obras son obligatorias por normativa legal, como en el caso de la eficiencia energética, no será necesario contar con un gran consenso, ya que primará el cumplimiento de la ley.
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Derecho a recibir información detallada
Tienes derecho a estar informado sobre las características de las obras que se van a realizar, especialmente si estas afectan a zonas comunes del edificio o si tienen un impacto económico importante. La comunidad debe proporcionarte información detallada sobre el alcance de las obras, los materiales que se van a utilizar, el presupuesto estimado y los plazos de ejecución.
En caso de que se trate de una obra de gran envergadura, como una rehabilitación integral del edificio, también tienes derecho a solicitar que se hagan varios presupuestos para poder comparar y elegir la opción más adecuada para la comunidad.
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Derecho a solicitar ayudas y subvenciones
Como propietario, también tienes derecho a beneficiarte de las ayudas y subvenciones que ofrezcan las administraciones públicas para mejorar la eficiencia energética y el aislamiento de tu vivienda. Para ello, es importante que te informes sobre las convocatorias que puedan estar activas en tu localidad o comunidad autónoma y que cumplas con los requisitos establecidos.
Estas ayudas pueden cubrir desde un porcentaje del coste de las obras hasta la totalidad, en casos de vulnerabilidad social o económica. Además, en muchos casos, también pueden incluir la financiación de estudios previos, como auditorías energéticas, que te permitan saber exactamente qué tipo de mejoras necesitas.
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Derecho a reclamar en caso de defectos o vicios ocultos
Una vez finalizadas las obras de aislamiento, tienes derecho a reclamar si detectas defectos o problemas en la ejecución. Es fundamental que las obras se realicen correctamente y que los materiales utilizados cumplan con los estándares de calidad exigidos.
Para proteger tus derechos, es recomendable que conserves toda la documentación relacionada con las obras, como los contratos firmados con la empresa constructora o las facturas de los materiales. Además, si los defectos aparecen una vez transcurrido un tiempo desde la finalización de las obras, también puedes reclamar, ya que las reformas de aislamiento suelen estar cubiertas por garantías de varios años.
Deberes como propietario al acometer reformas de aislamiento
Al igual que tienes derechos, también tienes ciertos deberes como propietario cuando decides acometer reformas de aislamiento en tu vivienda. Estos deberes son fundamentales para garantizar la convivencia en la comunidad y para cumplir con las normativas vigentes.
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Deber de respetar las normas de la comunidad
Si las obras de aislamiento que vas a realizar afectan a elementos comunes del edificio, como la fachada o la cubierta, debes contar con la aprobación de la comunidad de propietarios. Aunque puedas considerar que las mejoras son necesarias, no puedes realizar obras en elementos comunes sin el consentimiento de los demás propietarios.
Además, es importante que respetes las normas establecidas en los estatutos de la comunidad, como los horarios permitidos para la realización de obras o las medidas de seguridad que se deben adoptar durante la ejecución de las mismas.
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Deber de asumir los costes de las obras
Uno de los principales deberes que tienes como propietario es el de asumir los costes de las obras que decidas realizar en tu vivienda. Si bien puedes beneficiarte de ayudas y subvenciones, es posible que estas no cubran el 100% del coste, por lo que tendrás que hacer frente a la parte que no esté subvencionada.
En el caso de las obras comunitarias, como la rehabilitación de fachadas, también deberás contribuir económicamente según tu coeficiente de propiedad, es decir, en función del tamaño de tu vivienda respecto al total del edificio.
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Deber de garantizar la seguridad y el respeto por los vecinos
Cuando realizas reformas en tu vivienda, debes asegurarte de que las obras se realicen de forma segura, tanto para ti como para el resto de los vecinos. Esto implica contratar a profesionales cualificados, que cumplan con las normativas de seguridad laboral y que utilicen materiales homologados.
Además, debes procurar que las obras generen las menores molestias posibles a tus vecinos, tanto en términos de ruido como de suciedad o cortes de suministros. Si las obras afectan a zonas comunes, como escaleras o patios, es importante que informes previamente a los demás propietarios y que respetes las áreas de paso.
Más que una reforma, es tu seguridad
Sabemos que enfrentarse a una reforma, sobre todo cuando es obligatoria, puede llegar a ser muy estresante y salirse bastante de presupuesto.
Sin embargo, recuerda que estas mejoras no son solo para que tu hogar se vea bonito, sino para garantizar tu seguridad y la de los tuyos.
Un buen aislamiento no solo te ahorra dinero en calefacción o aire acondicionado, también protege la estructura de tu vivienda y mejora tu calidad de vida.
Al final, es una inversión en tranquilidad, confort y seguridad que agradecerás cada día, y tu hogar estará mejor preparado para el futuro.