Cuando la situación te desborde, acude al psicólogo

No sé si alguno de vosotros que me esté leyendo se ha visto en una situación similar a la mía, pero yo hace unos meses me vi desbordada complemente y me rompí. Sentí que mi cuerpo me pedía parar y no encontrada salida o solución para estar mejor. De repente estaba viviendo en Madrid por razones de trabajo, lejos de mi familia, pero con una buena amiga que se encontraba enferma y a la que debía cuidar, ya que ella no tiene familia, y el trabajo me salía por las orejas. Por si fuera poco, en mi segunda casa, en Almería, de repente me dijeron mis vecinos que tenía una plaga de bichos, por lo que tuve que dejar todo y desplazarme allí para que aquello no fuera a más y tuviese desperfectos en la vivienda. Algo que solucioné con la empresa Control Plag, que fue de lo más rápida y eficiente. Y por si fuera poco, la gota que colmó el vaso es que yo estaba de obras en mi piso de Madrid, de manera que debía estar pendiente de todo, porque vivo sola y no tenía en quién delegar.

En fin, que la situación comenzó a desbordarme y no sabía cómo salir de ella. Por la enfermedad de mi mejor amiga tampoco era el momento de acudir a ella a que me escuchara y a contarle cómo me sentía. Ni es una cosa tampoco que se haya de compartir con los compañeros de trabajo, así que me vi en la tesitura de acudir a una psicóloga, porque tampoco veía como opción el llamar a mi casa y explicarles a mis familiares que me sentía desbordaba, ya que lo único que posiblemente conseguiría sería preocuparles aún más desde la distancia, al no saber muy bien qué era lo que me ocurría.

La verdad, y lo digo con el corazón en la mano, la experiencia con esta profesional ha sido de lo mejor que me ha pasado en la vida y una de las grandes decisiones que he tomado de siempre. Patricia, que así se llama ella, me atendió con todo el cariño del mundo, que después nos dimos cuenta de que era el problema que en el fondo estaba detrás de todo y era lo que me comía esa energía que yo no tenía para afrontar todos esos problemas.

He necesitado acudir a ella cada semana y durante unos meses. Y he de decir que aunque suene a algo carísimo, por ejemplo, mi seguro de salud me cubría un ochenta por ciento del precio de las sesiones. Así que esto no debe echar atrás a nadie. Y lo mucho que un psicólogo puede hacer por ti cuando te sientes mal es algo que definitivamente no tiene precio. Yo, como decía, me siento una persona mucho más fuerte que antes de ir y ahora los problemas no me desbordan como antes, en parte porque Patricia me ha enseñado a priorizar, a darle la importancia verdadera a los problemas, y también a ser un poco egoísta y a pensar en mí de vez en cuando, a dejar de querer complacer a todo el mundo para dedicarme también tiempo a mí misma, porque estaba al borde de la depresión entre el estrés y la tristeza que sentía por verme también sola mientras las vidas de los demás a los que yo tanto ayudaba seguían avanzando con parejas e hijos.

Estoy segura que desde mi paso por la consulta de Patricia no soy la misma y tengo mucho más coraje para afrontar la vida como viene, para entender que no todo está mis manos ni lo puedo controlar, y que eso no ha de hacerme una infeliz o desbordarme, sino que ahora simplemente me hace estar más tranquila el hecho de aceptarlo y tirar hacia delante.

Un psicólogo no es un amigo, pero sí es un verdadero profesional que te dará unas pautas cuando te encuentres mal para saber afrontarlo todo mejor. Lo recomiendo a todo el mundo después de mi buena experiencia, así como sé que en caso de flaquear volveré yo misma a visitar su consulta porque ahora puedo decir con certeza que funciona, que la psicología no es una palabrería como muchos pueden creer.

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