El servicio de ayuda a domicilio, gran solución para nuestros mayores

El servicio de ayuda a domicilio tiene por objeto la prestación de un conjunto de atenciones a personas o a una unidad de convivencia en su propio domicilio, estando especialmente dirigido a personas mayores que presenten alguna discapacidad física o psíquica, personas que tengan disminuida su capacidad de autonomía y por tanto presenten un déficit importante de autonomía personal, sobretodo cuando carezcan de apoyo personal o familiar en su entorno más inmediato, casos especiales de desestructuración familiar, etc. La finalidad que se persigue con la prestación de este servicio es posibilitar la permanencia de estas personas en su domicilio y no separarlas del entorno habitual donde se ha desarrollado su vida, al mismo tiempo que se intenta mejorar, mantener, favorecer o, en el mejor de los casos, recuperar la calidad de vida de las personas usuarias de este servicio.

Bi2t es una de las principales empresas de cuidado de personas mayores y servicio doméstico en Madrid, que apuesta por las personas mayores e intenta que estas conserven su autonomía, permaneciendo cerca de sus seres queridos y su entorno habitual. Con el cuidado de las personas ancianas se pretende que estén atendidas en todo momento, por lo que Bi2t se ha propuesto brindar un servicio cercano y de calidad para que todos sus pacientes se sientan, no solo bien atendidos con un trato humano y cercano, sino respetados, queridos y con una atención sociosanitaria de máxima calidad.

Entre las atenciones o servicios en las actividades básicas de la vida diaria que pueden prestar las personas que realizan un servicio de ayuda a domicilio, se encuentran las siguientes:

–       Asistencia para levantarse, acostarse o ayuda para cambios posturales, en caso de personas encamadas.

–       Ayuda para vestirse u ocuparse del cuidado e higiene personal.

–       Cuidado, limpieza y mantenimiento básico de la higiene de la vivienda.

–       Lavado, planchado y cuidado de las prendas de vestir de la persona usuaria.

–       Supervisión y control de las de las pautas de administración de medicamentos prescritas por los facultativos médicos.

–       Control del régimen alimentario y/o ayuda para alimentarse, en caso de que lo necesite.

–       Compra de alimentos, medicamentos, artículos de higiene personal u otros productos de uso común.

–       Preparación y cocinado de los alimentos.

–       Acompañamiento a consultas o revisiones médicas, incluso a trámites de carácter administrativo, judicial o similares.

–       Facilitar, apoyar y desenvolver la inserción de las capacidades personales y la integración en la vida familiar y social.

Los requisitos para poder trabajar realizando funciones de auxiliar de ayuda a domicilio, que se deben cumplir antes del 31 de diciembre de 2017 con carácter general y para nuevas contrataciones desde el 01 de enero de 2016, están regulados por la Resolución del 11 de diciembre de 2017 de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, por la que se publica el acuerdo del Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a la dependencia, en la que se fijan los perfiles profesionales más acordes con las funciones que deban realizar y que están basados en la cualificación, acreditada a través de los correspondientes títulos de formación profesional, certificados de profesionalidad o vías equivalentes. Asimismo, este acuerdo contempla una habilitación especial para personas mayores de 55 años, que puedan acreditar su larga trayectoria laboral, y que reúnan las siguientes condiciones: que cuenten con una experiencia profesional de al menos tres años y con un mínimo de 2.000 horas trabajadas en esa categoría profesional en los últimos diez años.

¿Cuáles son las cualidades que debe de tener un auxiliar de ayuda a domicilio?

El trabajo de auxiliar de ayuda a domicilio no siempre es un trabajo fácil, es por tanto que quienes desempeñen esta función laboralmente, deben tener, entre otras, las siguientes cualidades:

–       Tener vocación: tanto física, como psicológicamente este es un trabajo duro, es por ello por lo que aquellos que no tienen vocación, pronto lo abandonan.

–       Habilidades sociales: la simpatía, la mano izquierda y una capacidad de contención y medición de nuestras palabras, son factores clave para saber tratar a usuarios y familiares.

–       Personalidad: la empatía es fundamental en este trabajo ya que debemos de ponernos en la piel del usuario y por ello debemos ser cariñosos y pacientes, además de saber escuchar.

–       Experiencia: este punto es fundamental, ya que haber trabajado antes con este tipo de personas, aporta mucha tranquilidad, sobretodo a los familiares.

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