A pesar de que las estadísticas dejaron bien claro que los beneficios de las clínicas estéticas no habían descendido mucho, a raíz de la crisis que pasó España hace menos de dos años y de la que hoy aún quedan resquicios en más de un sentido, la población dejó de gastar tanto en tratamientos estéticos para hacer frente a necesidades mucho más básicas como facturas de luz y agua, ropa, comida e incluso el ocio, que pasó por delante de la belleza. Sin embargo, el estrato social más adinerado de nuestra población nunca dejó de acudir a estos centros estéticos, por lo que han seguido creciendo a lo largo de los años y a día de hoy, cuando ya se empieza a estabilizar un poco la economía, se vuelven a llenar hasta los topes.
Lo que parece no haber cambiado son las preferencias en cuanto a tratamientos. Artestetica nos ha confirmado que una de las cirugías más demandadas sigue siendo el aumento de pecho, pero le siguen muy de cerca las rinoplastias y las liposucciones. Sin embargo, es su dieta proteica el tratamiento que más adeptos tiene pues sus resultados están dando mucho que hablar en todo el sector.
Lo más novedoso
Que la masa vuelva a invertir dinero en tratamientos provoca lo que siempre ocurre en cualquier sector: que aparezcan nuevos servicios, nuevas técnicas y nuevos productos que incluyan alguna mejora sobre su predecesor. En este caso, lógicamente, hablamos de nuevos tratamientos:
- Tratamiento antiarrugas con Thermirase: mediante una cánula se realizan disparos subcutáneos de calor a 80 grados centígrados en los nervios que causan las arrugas para desactivarlos durante año y medio aproximadamente.
- Mascarilla de enzimas mensajeras: se aplica sobre la piel un preparado que actúa desde dentro hacia fuera y produce un visible efecto lifting.
- Blefaroplastia sin cirugía: se trata de Thermage Total Eyes, un tratamiento que utiliza radiofrecuencia de alta intensidad para alisar y reafirmas en una única sesión el contorno de los ojos.
- Crioterapia: frío para adelgazar y rejuvenecer nuestra piel.
Ahora bien, si hay un tratamiento estético en el que los españoles parece que nos gusta más invertir es en el blanqueamiento dental. Cada año son más los que invierten en su dentadura antes que en otras áreas de su cuerpo y es que, según muchos expertos, una sonrisa bonita puede ser el atractivo más fuerte de una persona.
En la Clínica Dental Mesiodens han visto cómo se incrementaban los pacientes interesados en su blanqueamiento dental en León de manera exponencial año tras año. El problema es que como en la mayoría de las cosas hay quien lleva el gusto por unos dientes blancos hasta los extremos más obsesivos. Los expertos alertan ya de una nueva enfermedad que han llamado “blancorexia” u obsesión por los dientes blancos, cuyos efectos pueden provocar la pérdida de los incisivos de las personas que la padecen.
El abuso de sustancias blanqueantes puede provocar irritaciones severas en las encías, paladar y garganta, así como daños en el esmalte e incluso la pérdida de mismo y son muchas las personas que utilizan tanto remedios caseros emocionantes como el bicarbonato o el limón, como tratamientos profesionales con demasiada asiduidad.
Sin embargo debemos tener en cuenta que el blanco absoluto no existe y debemos tener eso siempre en cuenta para no obsesionarnos con unos dientes tipo perla de cal. Cuando los límites de color del diente no satisfagan las expectativas del paciente lo mejor es recurrir a las carillas porque seguir intentando blanquear tu esmalte puede acarrear consecuencias graves y permanentes.