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La obesidad hace que saborees menos los alimentos

A día de hoy la obesidad se ha convertido en uno de los problemas del primer mundo, hecho realmente penoso por ver que una gran parte de la población mundial sufre por no tener nada que comer. Mientras que en los países desarrollados el acceso al agua y a la comida es tan fácil como bajar a la tienda.

Sí, la obesidad es un problema, pero es que además recientemente se ha descubierto que las personas obesas no disfrutan de la comida. Esto es acorde al hecho de que las personas obesas suelen cubrir una carencia emocional con la comida. Pero este descubrimiento es muy relevante por cuánto abre la puerta a un nuevo motivo para concienciar.

En el artículo de hoy vamos a tratar precisamente sobre este tema, vamos a ver la noticia, dónde veremos como los científicos americanos han conseguido descubrir el motivo por el qué dejan de funcionar las papilas gustativas cuándo existe obesidad. Cabe decir que esto se ha descubierto en ratones, pero los tejidos sobre los que se realizaron las pruebas son los mismos que tienen los seres humanos.

Cómo influye la obesidad en las papilas gustativas

Las personas obesas son menos sensibles al sabor de la comida de lo habitual, pero recuperan el sentido del gusto al perder peso. Para averiguar por qué influye el índice de masa corporal en la capacidad de saborear los alimentos, varios investigadores del Departamento de Ciencias Alimenticias de Cornell University (EE UU) han estado estudiando las respuestas fisiológicas a la dieta en ratones de laboratorio. Sus resultados,  publicados en la revista PLOS Biology, revelan que el sobrepeso y la obesidad acarrean una reducción en el número de papilas gustativas por la inflamación crónica asociada a la acumulación de grasa. El tratamiento de esta disfunción sensorial del gusto podría ayudar a las personas afectadas a evitar malos hábitos alimenticios.

Los científicos cebaron a un grupo de ratones con una dieta de 58% grasa pero alimentaron a otro grupo de control con una dieta normal (14% grasa). Al cabo de ocho semanas, los ratones con la comida insana pesaban un tercio más y tenían un 25% menos de papilas gustativas en la lengua que los otros. “Antes no conocíamos la relación causa-efecto”, explica Robin Dando, el investigador a la cabeza del grupo. “No sabíamos si la gente obesa nace con un sentido del gusto más débil, y por tanto está predispuesta a engordar, o si todo el mundo nace con un sentido del gusto similar y al coger peso se empieza a perder sensibilidad al sabor”, añade. La segunda opción parece la más probable, en vista a sus resultados con los ratones.

Cada papila gustativa contiene entre 50 y 100 células que pueden ser de tres tipos, cada uno especializado para detectar determinados sabores. Los ratones normalmente sustituyen estos minúsculos órganos cada 10 días, en un proceso que se rige por la muerte programada de las células antiguas y por la diferenciación de receptores nuevos a partir de células madre. Sin embargo, en los ratones obesos se acelera la muerte celular a la vez que cae el número de células madre, lo cual ralentiza la regeneración de las papilas gustativas.

Para asegurarse de las causas exactas, los científicos repitieron el experimento con ratones genéticamente resistentes a la obesidad. A estos animales se les edita el ADN para que no engorden mucho, independientemente de la alimentación. Ellos no mostraron reducción en el número de papilas gustativas al seguir la dieta más grasienta, lo cual demuestra que es el sobrepeso —y no meramente el estímulo oral al comer grasa— lo que acarrea la atenuación del sabor.

El tejido adiposo es un órgano en sí mismo, las propias células de grasa están activas y secretan factores que pueden ser bastante perjudiciales. Y es por estos descubrimientos por los que cabe replantearse la manera de entender la nutrición, ya que como vemos llegar a un extremo como el de la obesidad acarrea grandes problemas.

Por suerte para aquellas personas que tienen obesidad existen métodos para perder grasa y mejorar su vida. Es el caso de la cirugía postbariátrica que tan buenos resultados ha conseguido en los últimos años. Este tipo de cirugía la realizan empresas como la clínica IMOS, ormado por un equipo multidisciplinar, líderes europeos en cirugía bariátrica y tratamiento endoscópico de la obesidad.

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