Qué tipo de educación necesitan tus hijos

Dejar a nuestros hijos en manos de un tercero es una decisión que provoca mucha incertidumbre a la mayoría de los padres y madres. Sin embargo, el trabajo en muchas circunstancias no nos deja otra opción. Por ello, para quedarnos tranquilos a la hora de separarnos de los más pequeños, es fundamental dar con la mejor guardería.

Para ello debes de tener en cuenta una serie de importantes requisitos. Desde el colegio Madre de Dios Ikastetxea nos dan una serie de consejos para que nuestra elección sea la más acertada:

Ubicación: La mañana suele ser nuestro punto de estrés. Ahora, a el desplazamiento al trabajo, tenemos que sumarle el tiempo que emplearemos en llevar a nuestros hijos a la guardería. Por ello debemos tener en cuenta cuánto tiempo estamos dispuestos a destinar a esta actividad.

Es aconsejable que elijas una guardería cercana a tu domicilio. Por muy buena idea que tengas de un centro escolar, no será aconsejable que lleves a tus hijos allí si se encuentra en la otra punta de la ciudad. También debes tener en cuenta que tu hijo puede enfermar, pelearse con otro niño o sufrir cualquier otro tipo de imprevisto que requiera que te presentes de inmediato en el centro.

Instalaciones: Elige un centro escolar con espacios abiertos soleados y luminosos, pero también que cuente con porches para protegerse del sol en los meses más calurosos. También debe tener zonas verdes o jardines para que tus hijos entren en contacto con la naturaleza lo antes posible.

Las aulas deben ser amplias y luminosas, a ser posibles con grandes ventanales para que entre el sol.

Número de cuidadores: Un dato a tener en cuenta es el número de cuidadores que se harán cargo del aula. Es recomendable que por lo menos dos maestros se ocupen de cada grupo de niños. Así tendrás más garantías de que tu hijo es atendido correctamente y no se ve afectado por la cantidad de trabajo que tenga el cuidador.

Personal: Es aconsejable que además de entrevistarte con el director o directora del centro, conozcas personalmente a las personas a las que depositarás el cuidado directo de tus hijos. No hay nada como el cara a cara para que lleves a cabo tu primera valoración.

Este factor es bastante subjetivo por lo que tendrás que guiarte por tu propio instinto y decantarte por aquella guardería en la que los responsables te hayan trasmitido más confianza y buen feeling.

Guarderías con más de un idioma: En los primeros años el cerebro es más plástico y absorbe muy bien las diferencias fonéticas. Es por ello que puede ser una buena opción contemplar llevar a tu hijo a una guardería bilingüe.

Alimentación: Se trata de un factor clave a la hora de elegir una guardería. Si un niño aprende a comer de manera saludable, probablemente, también lo hará en el futuro. Entre los factores a tener en cuenta los más importantes son, que la comida sea casera y no proveniente de un catering, que utilicen aceite de oliva y no aceites vegetales y que el menú se adapte a cualquier intolerancia que pueda tener nuestro hijo

Participación de los padres: Algunas guarderías no permiten la interacción de los padres en el centro. Preguntas hacen jornadas de puertas abiertas a menudo. A los niños les gusta mostrarnos su entorno y las cosas que hacen en él.  También debes preguntar si puedes entrar al aula para dejarlos y recogerlos.

Muchas guarderías suelen realizar actividades festivas como carnaval, navidades o la llegada del verano. Algunas permiten que los padres acudan a ellas. Asegúrate de que el centro que lo has elegido sea una de ellas.

Tecnología: Permanecer largas jornadas sin saber nada de tus hijos es una agonía inmensa. Por ello, son cada vez más las guarderías que instalan cámaras en el aula para que puedas ver a tus niños en todo momento. Suelen funcionar con una app a la que te conectas fácilmente desde tu teléfono móvil.

Por otro lado, debes cerciorarte de que la guardería que elijas no abusa de televisiones, tablets y ordenadores para que tus hijos aprendan a disfrutar de otro tipo de actividades y estrechen vínculos con el resto de los compañeros.

Comparte:

Explora mas articulos

La necesidad un buen abogado

Los últimos años con la crisis tan grande que padecimos, tuvieron una serie de consecuencias, las cuáles se pudieron ver hasta en la reducción de separaciones que se produjeron. La gente esperaba, como en mi caso, a que pasara lo peor de la crisis, ya que literalmente no encontraba uno trabajo. Mi pareja no quería hacerse a la idea, pero en cuanto mejoró la coyuntura económica y volvió el empleo, le pedí el divorcio. Después de eso, una ardua batalla judicial en la que fue de gran ayuda Peñalver Abogados. Mucha gente es totalmente lega en derecho y tanta palabrería y plazos se hacen complicados de entender. Esto no ocurre si tienes contigo a un buen abogado. Sea como sea, el proceso nunca es sencillo, pero os diré cómo podéis seleccionar a un abogado antes que a otro y salir airosos.

Una rama del derecho poco conocida, el derecho de los consumidores y usuarios

Aquellos que deciden estudiar la carrera de Derecho, con aprovechamiento, tienden a ver la vida de una manera diferente. Un comprar un café de máquina es igual a realizar un contrato automático, y realizar una transferencia bancaria supone enviar tu dinero a uno de los servidores de Europay. Si todo esto te suena a chino, es normal, al igual que la mayoría de normas que existen en la actualidad. Sin darnos cuenta estamos sometidos a una infinidad de normativas de distinto rango, que nos obliga a realizar o dejar de realizar ciertas conductas. Aquellos que no tienen ninguna noción de Derecho se encuentran totalmente desprotegidos ante el desconocimiento.

A la hora de invertir en una vivienda has de pensar en el futuro a medio plazo

Muchos de nosotros estamos intentando comprar una vivienda que entre dentro de nuestras capacidades económicas. Un trabajo que no siempre es fácil y que requiere que llevemos a cabo un gran esfuerzo económico que no siempre podemos hacer. Sin embargo, la cultura española sigue siendo, en este aspecto, la misma que teníamos hace más de veinte años y que pasa por independizarnos de la casa de nuestros padres y emprender una nueva vida en una vivienda en propiedad.