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Tipos de estrés y cómo controlarlos

El estrés no sólo es agotador, sino que también puede enfermarte. En la sociedad moderna a menudo estamos expuestos a un estrés constante y una sobrecarga sensorial total. Las enfermedades mentales aumentan cada vez más. Por eso relajarse y descansar es aún más importante en estos días.

Presión de plazos, exigencias de rendimiento a largo plazo en el trabajo y estrés general en la vida cotidiana: el estrés juega un papel central en la vida de muchas personas. Pero demasiado estrés es malo para la salud, tanto física como mental.

Por eso es recomendable dominar el manejo del estrés y tener a mano algunos métodos para afrontarlo. El deporte y el ejercicio pueden jugar un papel importante. Pero existen muchos otros ejercicios y métodos que puedes utilizar para lidiar con los factores estresantes y hacer que tu vida diaria sea lo más libre de estrés posible.

Importante para la supervivencia: ¿Qué es realmente el estrés?

La palabra estrés aparece a menudo en la vida cotidiana, porque la mayoría de las personas se ven afectadas por él. Sin embargo, en su forma original, el estrés es una reacción vital del cuerpo humano. En situaciones peligrosas o inusuales, los sentidos evalúan el entorno como amenazador y ponen al cuerpo en alerta. Este reacciona con una reacción fisiológica porque moviliza reservas de energía y estimula el metabolismo. Además, se deben observar las siguientes cosas:

  • La respiración se vuelve más rápida y menos profunda porque los bronquios están dilatados.
  • El corazón late más rápido, por lo que la presión arterial aumenta y los vasos sanguíneos se contraen.
  • Los músculos reciben mejor suministro de sangre.
  • La sensibilidad al dolor disminuye.

Estas reacciones físicas preparan a las personas para huir o atacar. Por eso, en determinadas situaciones es importante estar bajo estrés. Sin embargo, en numerosas situaciones cotidianas, los factores de estrés, desencadenan un estrés que no contribuye a la supervivencia. Esto a menudo promueve una espiral de estrés negativo: el estrés puede rápidamente volverse permanente y dañar el cuerpo y la psique.

Los profesionales de la clínica de neurología del Dr. Casariego, señalan que los investigadores diferencian entre estrés positivo y negativo. En lenguaje técnico se les llama eustrés (positivo) y distrés (negativo).

Estrés positivo y negativo: ¿Cuál es la diferencia entre eustrés y distrés?

El estrés positivo, también conocido como eustrés, se produce, por ejemplo, durante la práctica de deporte y ayuda a afrontar determinadas situaciones. El eustrés también se produce en momentos de euforia, como durante un parto.

Si las situaciones estresantes se perciben como negativas y muy estresantes, se produce el llamado distrés. Las dos variantes de estrés se diferencian en lo siguiente:

Eustrés:

  • De corta duración.
  • Motiva y activa la energía.
  • Desencadena sentimientos positivos.
  • Se siente bastante bien.
  • Euforia.
  • Mayor motivación.
  • Te hace ágil y alerta. 

Distrés:

  • También puede durar mucho tiempo.
  • Afecta negativamente las actividades.
  • Desencadena preocupaciones, miedos y ansiedades.
  • Puede afectar la salud mental o causar problemas físicos.
  • Caracterizado por el hecho de que explotas o reaccionas exageradamente de alguna otra manera ante cada pequeña cosa.

Qué actividades, tareas o situaciones se perciben como positivas o negativas es algo muy individual. Dependiendo de cómo afrontes determinadas situaciones o del nivel general de estrés, esto también puede variar según tu día. Sin embargo, ciertas situaciones que comúnmente se denominan estresantes causan angustia en la mayoría de las personas. Estos factores estresantes se pueden dividir en desencadenantes de estrés social y mental.

Social o mental: Tipos de estresores existentes

Los factores estresantes que pueden desencadenar situaciones estresantes se dividen en dos categorías: factores estresantes sociales y desencadenantes de estrés mental. Sin embargo, ambos tienen el mismo efecto: conducen a un aumento del estrés y requieren una gestión adecuada del estrés o estrategias de afrontamiento.

Estresores psicológico-mentales:

  • Factores estresantes individuales, como preocupaciones, miedos o problemas.
  • Pueden ser causados por ansiedad, presión de tiempo o presión para desempeñarse.
  • Ejemplos: sobrecarga profesional, perfeccionismo, pobreza, falta de sueño, trabajo por turnos, enfermedades crónicas.

Estresores sociales

  • Causadas por interacciones sociales o relaciones interpersonales, las interacciones “normales” también pueden desencadenar estrés debido a ciertas experiencias previas.
  • Ejemplos: divorcio, conflictos en el trabajo, acoso entre empleados o compañeros de clase, discusiones en una relación, aislamiento social.

La reacción del cuerpo al estrés por sí sola no daña la salud; en fases estresantes incluso tiene un efecto de mejora del rendimiento. Sin embargo , si el organismo está constantemente bajo tensión ,  esto puede provocar  enfermedades cardiovasculares , enfermedades gastrointestinales, un debilitamiento del  sistema inmunológico  y tensión muscular.

Antes de que se produzcan daños graves a su salud, debe accionar el freno de emergencia. Por un lado, esto incluye minimizar los factores de estrés siempre que sea posible. Por otro lado, hay que tomar contramedidas y encontrar un equilibrio.

Consejo: utilizando numerosos métodos de manejo del estrés, estrategias de afrontamiento y una gestión eficiente del tiempo, podrá gestionar mejor el estrés tanto mental como social.

Dos formas esenciales de reducir mejor el estrés y proteger tu salud son las siguientes:

  1. Habla sobre tus sentimientos. No te retires, busca el intercambio y las redes sociales.
  2. Equilibra tu vida diaria con actividades con las que disfrutes. El deporte, el fitness o el ejercicio en particular pueden ayudar a reducir el estrés.

Sin embargo, existen muchas otras estrategias y opciones para tomar el control del estrés en tus propias manos y aprender a lidiar con el estrés en la vida cotidiana.

Vive sin estrés: gestionar el estrés de forma fácil

El estrés aparece en la vida cotidiana, en algunas personas con más frecuencia que en otras. Sin embargo, lo crucial es cómo afrontar las situaciones estresantes. De lo contrario, en determinadas circunstancias, esto podría afectar a la salud física o mental.

Existen numerosas opciones para un manejo eficaz del estrés. De esta forma se pueden reducir las situaciones estresantes de forma preventiva. Además, en momentos de estrés agudo, tienes la oportunidad de gestionar el estrés o encontrarle un equilibrio.

El objetivo de la gestión preventiva del estrés es garantizar que apenas se produzcan situaciones estresantes en la vida cotidiana y que se combatan las causas del estrés. A través de ciertos comportamientos aseguras que eliminas factores de estrés y evitas situaciones que te provocan estrés. Las opciones para esto son:

  1. Tomar decisiones de forma más consciente.
  2. Valorarse a sí mismo y a los demás, por ejemplo en el trabajo.
  3. Planificar períodos de descanso específicos.
  4. Evitar el perfeccionismo.
  5. Poner tu propia salud primero.

Una vida sana exige también vivir con conciencia del propio bienestar. Mediante un manejo hábil del estrés se pueden evitar numerosas situaciones estresantes, pero no todas se pueden eliminar. En tales casos, numerosas terapias o actividades deportivas pueden compensarlo.

Hay varias terapias disponibles para aprender métodos para afrontar situaciones estresantes y mejorar su propio manejo del estrés. Muchas personas están constantemente bajo estrés, pero nunca han aprendido conscientemente a afrontarlo. Las siguientes terapias son una opción para optimizar las propias capacidades en este ámbito:

  • Técnicas de relajación: entrenamiento autógeno, relajación muscular progresiva según Jacobson, métodos asiáticos como el yoga o el Qi Gong.
  • Terapia creativa: pintar, hacer música y amasar con arcilla.
  • Terapia de movimiento: danza y gimnasia.
  • Terapia respiratoria.
  • Terapia nutricional.
  • Reflexología podal.
  • Biorretroalimentación.
  • Homeopatía.
  • Acupuntura.
  • Terapia de grupo.

Si eres de esas personas que están constantemente bajo presión en el trabajo o en la vida privada, sólo hay una forma de reducir notablemente el estrés: el deporte. Los niveles de azúcar en sangre y adrenalina acumulados debido al estrés vuelven a niveles normales y allanan el camino hacia una vida sana. El sistema inmunológico y otras funciones del cuerpo también se benefician de la actividad.

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