La ilusión de comprarse una casa

Mi pareja Beatriz y yo hemos pasado etapas en lo económico complicadas, llegamos a estar incluso los dos cobrando paro, tuvimos la suerte de que el alquiler del piso de mis padres se acababa y nos fuimos nosotros allí a vivir, con lo que nos ahorrábamos un buen dinero, algo que, si se agradece en condiciones normales, imagínate cuando vives apuradillo económicamente.

Por suerte volvimos a tener trabajo e incluso yo puse sacarme un Master de Analítica Web con el que por fortuna ahora tengo un buen sueldo en una de las principales empresas del sector. Una vez que pasamos nuestra mala época y ambos con trabajos fijos decidimos dar el paso y comprarnos una casa nueva.

shutterstock_446495485reducida

Es importante dar con una buena inmobiliaria

En www.segohouse.com nos asesoraron sobre la mejor casa a la que podíamos acceder y aunque íbamos con la idea de comprar una casa totalmente nueva, apostamos por unos bloques seminuevos a un precio que nos podíamos permitir, una joya de piso que encima estaba en una zona residencial la mar de tranquila, ya que el centro, aunque muy bonito está atestado de turistas y preferimos algo más tranquilo, sobre todo de cara al futuro.

Al haber estado en mi casa y antes en dos pisos alquilados, se nos hizo un poco extraño el pensar que estábamos comprando una casa “nuestra” de verdad, no algo de lo que irse a los dos años, por lo que queríamos meditar bastante la decisión, pero al ver esta casa se nos quitaron los miedos y las ganas de tener nuestro propio hogar donde tener una familia.

El dueño de la casa la tenía en unas condiciones magníficas, las instalaciones, electrodomésticos, paredes, ventanas casi se puede decir que nuevas. Nos dijo los de la agencia que solo llegaron a vivir 2 años y después se trasladaron por motivos de trabajo a vivir a Cadiz, por lo que esta casa la dejaron sin habitar por si volvían a vivir a Segovia, pero la pareja se separó y al final decidieron ambos vender el piso.

En mi caso trabajo en Madrid de lunes a jueves y el viernes suelo quedarme en casa trabajando, por lo que me toca tirar de Ave casi a diario, aun así, es una gozada vivir en Segovia, donde hay una calidad de vida muy grande.

Como dije, terminamos comprando la casa y ahora estamos contentos con nuestro hogar, aunque una vez que compras la casa, toca el segundo capítulo, amueblarla, es una casa grande de 120 metros cuadrados y de cuatro habitaciones que esperemos llenar con el tiempo, aunque ahora mismo somos conscientes de que nos sobra casa.

Vamos con cama, que amueblarla no es barato, al menos nos ahorramos tener que amueblar la cocina ya que venía con todos los utensilios e incluso un Microondas. El casado casa quiere y si es casa propia mejor, suele haber debate en mucha gente sobre si es mejor alquilar que comprar, personalmente creo que va según las situaciones personales, nosotros ahora que tenemos trabajo fijo consideramos que era el momento de comprar, pero el alquiler tampoco es mala opción, según cada caso particular.

Comparte:

Explora mas articulos

Los afectados por las preferentes siguen luchando por su dinero

Las familias que se han visto afectadas por participaciones preferentes de entidades bancarias siguen luchando día tras día para poder conseguir justicia dentro de esta estafa que sigue dando palos de ciego en este país. El despacho de abogados Durán & Durán está atendiendo casos de afectados en toda España asesorándoles y ofreciéndoles sus servicios profesionales con el único fin de obtener esa justicia que parece que aún hoy en día se les sigue, sino negando, al menos sí retrasando de manera descarada.

La seguridad vial, más importante de lo que pensamos

Trabajo en temas administrativos para la administración y una empresa que suele realizar obras bastante seria como es www.industriasduero.com hace poco nos habló de la necesidad de que tanto los conductores como los peatones tengan una serie de precauciones cara a que la seguridad aumente.

Próxima asignatura para adultos, inteligencia emocional

Recientemente paseaba por una de las avenidas más concurridas de Alicante cuando casi me atropella un coche, nada grave más allá de no darte cuenta de que te has saltado un semáforo. Pero había algo más que me estaba indicando mi cerebro, y es que no había escuchado los pitidos del coche debido al ruido mental queme rodeaba.