Habrá quien se lo tome a broma y sufra las consecuencias. Otros tomarán más precaución sobre el tema en cuestión y probablemente encontrarán rendimiento a sus acciones. Sea como sea, la importancia del punto sobre el que tienen que ver las siguientes líneas está más que demostrada. Y es que mantener limpia y cuidada una fábrica es una condición sine qua non para que el funcionamiento de la misma esté cien por cien garantizado.
El polvo y la suciedad pueden ser el detonante de averías graves en las máquinas. Averías que no solo pueden paralizar el correcto ritmo de nuestra producción (y los consecuentes beneficios que se derivan de ella), sino que también podrían convertirse en los culpables de un gasto enorme en la reparación de los diferentes aparatos o en la compra de uno nuevo.
Llevo dos décadas trabajando en una fábrica de chocolate de la provincia de Barcelona. Empecé muy joven, como peón, y ahora soy jefe de sección y uno de los máximos responsables de la entidad. He visto absolutamente de todo y la verdad es que, por desgracia, en nuestra fábrica hemos tenido problemas muy graves en todo aquello que guarda relación con el mantener limpias y cuidadas nuestras instalaciones.
Al principio desarrollábamos dicha función por nuestra cuenta. Al final del día, y mediante un sistema de rotación,uno de nosotros salía un poco más tarde para encargarse de limpiar el conjunto de la maquinaria gracias a la que cada día salen kilos y kilos de chocolate. Con el paso del tiempo delegamos esa función en una empleada a la que contratamos expresamente para ello. Sin embargo, varias de nuestras máquinas se estropearon durante ese periodo de tiempo y desde la Dirección se optó por llamar a una empresa que se encargara del mantenimiento completo de las instalaciones.
Desde la Junta Directiva de nuestra compañía no se querían repetir los errores del pasado y por eso se escogió minuciosamente la entidad en la que depositar nuestra confianza a la hora de ejercer una labor de tan suma importancia como la de la limpieza y el mantenimiento. La entidad elegida fue Eurobrill, la mejor empresa de mantenimiento de la provincia de Barcelona, que además de prestarnos un servicio extraordinario lo iba a hacer a un precio sumamente bajo.
Una manera de mejorar nuestro sistema productivo
La elección iba a ser acertada a pesar de que en un primer momento había quien dudaba de ella. Pedro, uno de los Directivos, era partidario de regresar al sistema de rotación que habíamos utilizado en la fábrica con anterioridad. Argumentaba que eran los trabajadores los que mejor conocían las máquinas y que era ese el motivo que les debia empujar a hacerlo. La mayoría de la Directiva, por fortuna, iba a manifestarse en contra y a depositar su confianza a los profesionales de Eurobrill, a los que informaríamos pertinentemente de las sensibilidades de cada máquina.
Pasaron unas semanas con la empresa de mantenimiento ejerciendo su labor en nuestro centro de trabajo y comenzamos a observar las ventajas de su contratación. Nunca nos habíamos encontrado cada mañana nuestra fábrica tan limpia y tan preparada para asumir un nuevo día de trabajo a pleno rendimiento. La verdad es que se trataba de algo parecido a un milagro y que a nosotros nos facilitaba las cosas una auténtica barbaridad. Ver para creer.
En la actualidad mi empresa sigue trabajando con ellos y nosotros, los que nos encontramos día a día revisando la calidad del trabajo, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el cambio nos ha sentado de maravilla tanto a nosotros como a la empresa. Ahora producimos más, mejor, sin averías de ningún tipo y teniendo que hacer menos esfuerzos. En definitiva, todos hemos salido ganando.