La desobediencia a la autoridad es un delito contra el orden público. Durante el estado de alarma que decretó el Gobierno de España para confinar a la población aumentó las conductas delictivas en nuestro país.
Los expertos explican que los delitos que aumentaron durante el periodo del estado de alarma, del 14 de marzo al 20 de junio, corresponde a los agrupados como resistencia, desobediencia y falta de respeto a la autoridad.
En esos meses muchas personas desobedecieron gravemente a la autoridad o sus agentes. Incluso, faltaron al respeto en el ejercicio de sus funciones.
En el período del 14 de marzo al 20 de junio de 2019 se registraron 1.650 infracciones penales incluidas en esta categoría. Además, en los más de tres meses de estado de alarma, hubo 7.609 infracciones penales de ese tipo. Estos datos muestra que esas infracciones aumentaron un 361,15% más respecto al período de 2019.
El Código Penal establece que «serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a dieciocho meses, los que resistieren o desobedecieren gravemente a la autoridad o sus agentes en el ejercicio de sus funciones, o al personal de seguridad privada, debidamente identificado, que desarrolle actividades de seguridad privada en cooperación y bajo el mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
Los delitos de desobediencia y atentado a la autoridad son muy similares, pero existen diferencias entre ellos.
El abogado penalista Víctor Muñoz Casalta explica que la principal diferencia es que el sujeto en el delito de desobediencia se resiste o desobedece a la autoridad sin el uso de la violencia o intimidación. Sin embargo, en el delito de atentado el responsable agrede o se resiste gravemente a la autoridad con violencia o intimidación grave.
Otro delito que también aumentó es el sexting, es decir, envío de mensajes de texto o imágenes de contenido sexual explícito, pero sin consentimiento de quien lo recibe. En 2019 se registraron 218 casos y durante el estado de alarma 25 casos más.
La actividad online se disparó durante el confinamiento, por eso aumentaron un 11,51% las estafas y delitos a través de internet. En 2019 hubo 5.255 casos y en 2020 unos 605 casos más.
El diario El Confidencial informa que en la actualidad «la forma más común de asaltar los teléfonos y las cuentas bancarias de los usuarios es el ‘smishing’, el fraude por SMS más de moda. Los ciberdelincuentes se han hecho pasar por un banco, una compañía o un organismo oficial y han tratado de hacerse con datos personales y con el dinero de las víctimas que han caído en el engaño al clicar en enlaces que simulaban ser páginas web oficiales. El objetivo final no es otro que obtener una importante suma de dinero».
Sin embargo, los delitos que se redujeron de forma drástica son los robos con violencia e intimidación. Las Fuerzas de Seguridad tenían registrados 9.715 en 2019, pero entre el 14 de marzo y el 20 de junio de 2020 hubo 3.296 infracciones de este tipo, por lo que estos datos reflejan un descenso del 66,07%.
También cayeron otros delitos como las sustracciones de vehículo a motor con ánimo de apropiación, ya que pasaron de 5.207 a 2.054 infracciones de este tipo, lo que supone un 60,55% menos. Los robos con violencia en el interior de vehículo pasaron de 20.249 a 7.805 en el estado de alarma.
¿Una multa por gritar en la calle?
Muchas personas han sido sancionadas por gritar en la calle. La mayor parte de los incidentes se producen por la noche y van asociados a problemas de alcohol o fiestas.
Las multas pueden llegar a los 300 euros cuando el comportamiento se produce de día y de 450 cuando se detecta por la noche. Estos desórdenes públicos provocan miles de llamadas a los policías. Por desgracia, estas incidencias ocurren en todas las ciudades de España.
«Una vez que se registra el aviso, los policías se dirigen al lugar y en muchas ocasiones logran identificar a la persona o personas que están gritando, por lo que se les abre el correspondiente expediente», explicó la concejala de Medio Ambiente, Araceli González.
«Una persona gritando en la calle a altas horas de la madrugada puede causar molestias a decenas de vecinos», añade la concejala.
En 2016 los agentes de la Policía Local de Gandía dedicados al controlar el ruido y el vandalismo en la playa multaron en el mes de julio a 401 personas por gritar en la calle a altas horas de la noche.
En total ha habido 1.133 multas frente a las 750 del año 2015. Por orinar en la vía pública se ha pasado de 23 a 70 y por realizar botellón se llega a más de 100 denuncias.